Conocenos

¿Quiénes somos?
Proyecto Magis
Somos un equipo de jóvenes voluntarios que creemos que una Argentina mejor es posible. Por eso, ofrecemos nuestro tiempo y nuestras capacidades al servicio de quienes hoy se encuentran en situación de pobreza estructural y exclusión social.
Buscamos ser para los niños/as, jóvenes y sus familias un espacio de escucha, de contención y de refugio y los acompañamos en el desarrollo de sus capacidades y habilidades, para que así puedan ampliar su horizonte de oportunidades siendo la mejor versión de ellos mismos.
Testimonios
Historias de vida

Juancito
Estudiante de secundaria“Para mí Magis está buenísimo, a mí me ayudó una banda. Estaba en 1º de secundaria y no sabía leer. Con los talleres de apoyo escolar aprendí muchas cosas. Tenemos varios talleres, para primaria, secundaria, para los más chiquitos y para las mamás. Hay muchas cosas y está buenisimo. Yo voy hace muchos años y quiero seguir yendo muchos años más".
Testimonios
Historias de vida

Ana
Mamá de Magis"Magis es en mi vida, y en las de mis hijas, la contención, el amor, el respeto y confianza!! Es un grupo de jóvenes que hacen que todos los findes de nuestra vida sean diferentes ❤. ¡El acompañamiento, el amor y la comprensión en su máxima expresión!"
Testimonios
Historias de vida

Sofi
Estudiante de primaria“Yo vengo a Magis porque me gusta estudiar y me gusta aprender mucho. Lo que más me gusta de Magis son los juegos: los que más me gustaron son ese que ganas puntos para cambiar por regalos y el de la cometa. Me gustó ir al Museo del Niño, porque había un supermercado de juguete”.
Testimonios
Experiencia de voluntarios

José
El amor que siempre busca más
¡Hola! Soy José Maiocchi y, desde marzo del año 2015,
Magis es parte de mi vida: ¡me convertí en Voluntario!
Pasaron ocho años desde entonces y, mirando atrás, puedo
ver y decir que algo que nos caracterizó en todo este
tiempo fue que nunca nos quedamos quietos. Siempre
estuvimos moviéndonos, cambiando para mejorar alguna u
otra cosa. Y ¡qué bueno!, porque eso nos trajo hasta lo
que somos hoy. Como dice el dicho: “El agua de río que
no corre, se estanca y se pudre”.
Algunos de estos cambios fueron significativos y otros
no tanto. Nosotros cambiamos, los peques cambiaron, las
circunstancias del país cambiaron pero, entre tanto
movimiento y tanto cambio, también es lindo e importante
ver que hay algo que se mantiene igual, que es el Amor
que nos mueve en cada pasa que damos y que nos hace
decir, una y otra vez: “Magis es parte de nuestra vida”.
Las circunstancias cambiaron:
En ocho años nos pasó de todo. Hasta atravesamos ¡una
pandemia! que nos obligó a reorganizarnos como equipo de
voluntarios y a repensar la manera de trabajar. Algunos
talleres se dejaron de hacer y empezamos a darle mucha
importancia a la educación formal y no formal (el nivel
de la educación pública retrocedió muchísimo y sin
educación no hay mejora posible) y al trabajo con las
mamás y las familias. La pobreza aumentó, no solo en
números, sino en la dependencia de las personas de una
“ayuda” que no sirve para salir de ese estado
estructural indigno de seres humanos, pero esto nos
animó y nos anima a seguir buscando la manera de
acompañar mejor a cada persona, para vencer el flagelo
de la pobreza de una vez y para siempre.
Los peques cambiaron:
Crecieron en edad, pero también podemos ver los frutos
que producen en ellos la educación, la empatía y la
generación de vínculos sanos para sus vidas. Al igual
que sus mamás, Magis es su espacio de pertenencia en
donde se sientan escuchados, valorados, refugiados de
sus problemas cotidianos, en donde se encuentran con sus
amigos y a donde van a intentar ser un poco mejor cada
día.
Nosotros cambiamos:
La rotación dentro del equipo de voluntarios es alta y
hoy quedan pocas de las caras que arrancamos hace ocho
años, pero cada voluntario que pasó y que pasa por Magis
sabe que ya no es la persona que va a “ayudar” y a
“resolverle los problemas” a esa “pobre gente” de Barrio
Aeropuerto. No. Hoy estamos convencidos de que para
salir de la pobreza no sirve más el asistencialismo que
te mira desde arriba y sin saber a quién da, sino que es
necesario acompañar codo a codo, sufrir, transpirar,
llorar y alegrarse a la par de cada peque, de cada mamá,
de cada familia, y que tenemos que superarnos a nosotros
mismos, día a día, semana a semana, todo el año, para
alcanzar esa libertad y felicidad que soñamos. Pero como
dijimos antes, entre tanto cambio y movimiento el Amor
que nos mueve no cambió: Magis sigue siendo un espacio
en donde cada persona se acerca porque se siente
acompañada y valorada, y en el que también se la invita
a acompañar y a valorar a los demás. Por sobre todas las
cosas, Magis sigue siendo una gran familia, de la que
todas las personas de bien, comprometidas y que sueñan
con una ciudad y un país mejor estamos llamados a
participar y ser cada día +.

Abru
Nombres, caras y sonrisas: El paso para dejar de ser indiferentes
¡Hola a todos! Mi nombre es Abril Suárez, soy estudiante
del Profesorado en Educación Primaria, y vengo a
contarles que hace un año y medio que mis sábados a la
mañana tienen nombre y apellido.
Me sumé a Magis en plena pandemia. Los niños y
adolescentes durante todo el 2020 habían estado sin
clases por falta de dispositivos para acceder a ellas.
Se necesitaba volver a arrancar y para ello, muchos
voluntarios que tengan ganas de enseñar, entre ellos
estaba yo. Durante la pandemia nos capacitamos en
diferentes áreas, para poder tener más herramientas a la
hora de volver.
Tengo muy presente que la educación es el arma más
poderosa para cambiar el mundo, es por eso que un 2 de
enero del 2021 piso por primera vez Barrio Aeropuerto
para enseñar en el nivel primario. Esos nombres de los
que tanto había escuchado por fin tenían cuerpo, y una
sonrisa enorme que siempre nos recibía con mucho amor.
Siempre me llamó la atención como tantos chicos se
levantan tan temprano un sábado para aprender. Y ahí
entendí que Magis no es solo enseñar matemáticas, lengua
o cualquier área, va mucho más allá. Magis es refugio,
es contención, es apoyo, es alegría y es la posibilidad
de tener una vida mejor.
Por eso te invito a vos que estás leyendo esto, a que te
sumes! Es muy difícil expresar en palabras lo que
significa formar parte de Proyecto Magis, es mejor
vivirlo. Anímate a ayudar a tener una vida con más
dignidad, más desarrollo y más oportunidades.

Mica
Perseverar en el amor para acompañar hasta el final
Soy Micaela Lucchetti, tengo 25 años y hace seis años,
soy voluntaria de Proyecto Magis.
Dentro de mi vivencia como voluntaria, fui colaborando
con los distintos niveles. En principio todos los niños
que se acercaban estaban en edad entre jardín y
primaria; por lo que fui acompañando el crecimiento de
lo que hoy, son los chicos de secundaria. Luego en 2020
me acerqué a acompañar a Proyecto Ser, conformado por
las mamás de los niños.
Quise empezar contando un poco los años de trabajo para
poner en contexto la pregunta y su respuesta. Y ante la
misma, mí primera respuesta es que mi motivación
principal es intentar cambiar realidades.
Pero a medida que fueron pasando los años y que más
involucrada me siento, la respuesta se va transformando
en cambiar la realidad de Thiago, de María Laura, de
Nahir, de Uriel, de Ezequiel, de Ana, de Zulma, de
Santino, sólo por nombrar algunos.
Cuando le puse nombre, cara y conocí las historias de
vida de cada una de las personas que fueron y van
pasando por el Proyecto, ya no pude ser indiferente a
ninguno de ellos. Todos los sábados, te llevás en la
mente para el resto de la semana, cómo hacer para ayudar
a mejorar la situación que están viviendo, o cómo
motivarlos a continuar sus estudios o simplemente cómo
acompañar alegrías, dolores o tristezas que comparten
con vos.
Ante esto, que se ve muy resumido y es muy difícil
transmitir en palabras, uno no puede quedarse quieto, no
se puede cortar de un momento al otro la tarea empezada,
se debe ayudar, o mejor dicho acompañar, hasta el final,
es momento de moverse más, de trabajar más, de construir
más. Y ese lugar para hacer más, lo encuentro en Magis.
Proyecto Magis, es un lugar de pertenencia, nos permite
construir puentes que unan realidades, que acorten
distancias, que generen oportunidades, que muestran
otros modos de vivir y resolver situaciones.
Entonces... ¿Cómo no estar motivada y seguir formando
parte de este voluntariado?